Sociedad | Desde la barriada de Melchor Romero

Monseñor Gustavo Carrara: "Tenemos que llevar adelante el legado de Francisco"




En el marco de la Procesión por el Día del Trabajador y la Trabajadora y en memoria del Papa Francisco que se realizó por la barriada más humilde de la localidad de Melchor Romero en La Plata organizada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular de La Plata (UTEP La Plata) y con la presencia de movimientos sociales, pueblos originarios y evangelistas que terminó en la sede de los Qom y fue presidida por monseñor Gustavo Carrara, el arzobispo de la Arquidiócesis de La Plata se refirió al recientemente fallecido papa Francisco y como presidente de Caritas Argentina también se expresó al respecto contando que reciben muchas donaciones privadas y que el "l hecho de que las organizaciones sociales no reciban alimentos del Gobierno nacional hace que los comedores de Cáritas se vean más exigidos". 

Además se mostró a gusto con su nuevo destino en la ciudad de las diagonales y describió la realidad que encontró a su llegada. También pasó revista a la situación de los comedores de Cáritas y recordó su último encuentro con el Santo Padre. 

En dialogo con Carlos Garcia Lacamara presente en la procesión, monseñor Gustavo Carrara, arzobispo de La Plata respecto a como llevar adelante el legado del papa Francisco expresó: “”En este año de jubileo de la esperanza, él proponía transformar los signos de los tiempos, en un signo de esperanza. Entonces, si están los abuelos solos -es un signo de los tiempos- transformar un signo de esperanza es hacer un centro de abuelos para que se reúnan, para que compartan, para apreciar el valor de su sabiduría y transformar la tristeza de su rostro en alegría. Por otro lado, donde hay un montón de niños, como puede ser un barrio como este, y hay un montón de chicos, la transformación es que haya escuelas cercanas para todos, que haya un club para todos, que haya una capilla, que puedan ir a ser bautizados”.

Muy bien recibido en La Plata

- Usted llegó a La Plata el 27 de Diciembre de 2024 ¿Cómo la va llevando? ¿Cómo siente que fue recibido y cómo va armando su pastoreo? 

- Llegué con mis últimas cosas de la mudanza el 27 de Diciembre y el 28 asumí oficialmente. Fue una sorpresa para mí el nombramiento de Francisco. Lo pude visitar a él a fines de noviembre, y bueno, le diría que estoy muy contento donde estoy. Fui muy bien recibido, voy conociendo y aprendiendo. Le diría que estoy en paz y estoy feliz de estar acá. 

- Algunos que lo han visitado dicen: "escucha, escucha, y no sabemos qué piensa"...

Lo que yo pienso ya lo sé, entonces me gusta aprender y escuchar a los otros. Siempre me ha gustado más escuchar que hablar, pero uno tiene que dar una charla, una bendición, una homilía y entonces dice: yo hablo demasiado, entonces cuando viene alguien, prefiero escuchar.

- La Arquidiócesis de La Plata tiene varias localidades y La Plata tiene dos realidades: el centro, con la clase media; la clase intelectual, profesional y universitaria, y la periferia, donde está la pobreza de los desclasados ¿Cómo lleva su misión? 

- La Arquidiócesis de La Plata, en cuanto al territorio, es muy amplia y eso es un poco un desafío. Incluye La Plata; Berisso; Ensenada; Magdalena y Punta del Indio. Cuando uno recorre -me pasó la otra vez- visité una parroquia donde había un barrio de clase media. Después me metí un poco más y encontré barriadas populares, y me metí un poco más y encontré una zona rural. Entonces le dije al párroco: "mira, tenés que atender tres realidades distintas" ¿Y cómo encararlas? Conociendo y tratando de ser padre de todos. ¿No? Si uno no descuida a los más frágiles, es más probable que no descuida a nadie.

Francisco

- Se nos fue Francisco. ¿Qué sentimientos le van surgiendo?

- Para mí fue un golpe muy grande pero como me decía un sacerdote amigo, en un momento de dolor el agradecimiento es mayor. Un corazón agradecido trata de hacer memoria y este legado que nos da Francisco lo tenemos que llevar adelante.

No es fácil generar comunidad

- Estamos en la periferia de La Plata ¿Cómo está el trabajo acá? A usted, que tiene una amplia experiencia, le pregunto ¿Cómo se puede dar dignidad a estos hermanos y hermanas? 

Bueno, no es fácil generar comunidad, y acá vemos organizaciones generan pequeñas comunidades, comunidades más grandes, después comunidad de comunidades, entonces me parece que hay que apoyarlas. Las grandes protagonistas acá son las mujeres. Uno las ve y no andan con otro interés superior al de cuidar a sus hijos, a sus hijas y que tengan un futuro lindo.

- Hace unos instantes, cuando habló uno de los organizadores, dijo que el Estado no llega solamente llega con patrulleros. ¿Qué le surge a usted cuando escucha esa fuerte denuncia? 

Hay una retirada del Estado en cuanto a los proyectos de integración socio-urbana de los barrios populares, entonces cuando el Estado se retira aparece el narcotráfico, después vienen las armas y después viene la violencia. Por eso se necesita una presencia inteligente del Estado, que sepa dialogar con una comunidad, o con un conjunto de comunidades, que ellos bien saben cuáles son sus primeras necesidades. Debe interactuar para abordar esa pobreza multidimensional. 

Caritas

- ¿Cuál es la situación de los aportes a Cáritas en la Argentina? Más allá de la discusión mediática que hacen algunos a favor de uno y otros a favor de otro, buscando réditos políticos

- Cáritas se organiza a través de las donaciones y de las multitudes de voluntarios que hay en el país, que son cerca de 40.000. Después tiene algunos convenios con el Estado nacional, provincial o municipal, de acuerdo a las distintas capas que tiene.

-¿Y está alcanzando la comida que hoy le llega a ustedes o la distribución está más difícil que antes? 

-El hecho de que las organizaciones sociales no reciban alimentos por parte del Gobierno nacional hace que los comedores de Cáritas se vean más exigidos. 

* Esta nota fue realizada el 2 de mayo antes del conclave cardinalicio en el que se nombro como sucesor de Pedro a León XIV. 

CAGL / GZ